Segundo Major del Año
(Pinehurst, Carolina del Norte) La centésimo quinta edición del US Open fue variada. Finalmente el neocelandés Michael 'Cambo' Campbell se llevó el segundo torneo mayor de la temporada.
Campbell anotó 69 golpes (1 bajo par) para totalizar 280 golpes para los 72 hoyos, completando el recorrido en par de cancha.
Por esto afirmamos que 'nadie pudo con el monstruo de Pinehurst 2', o sea nadie bajó el par de cancha en los 72 hoyos.
Sin lugar a dudas, el neocelandés fue el 'héroe' de la jornada.
Primero por arrebatar el trofeo de manos del defensor, el sudafricano Retief Goosen, quien al comenzar la jornada contaba con una ventaja de 3 golpes sobre Olin Browne y Jason Gore, dos jugadores poco conocidos dentro del pelotón de eximios goflistas norteamericanos.
El caso es que Goosen había obtenido este torneo en el 2001, y en el 2004.
Esta ventaja, que suele no ser definitiva, en las manos de Goosen, un jugador frío y estratega como pocos parecía insalvable. Pero desde el inicio mismo de la última ronda nos topamos con scores altos: David Toms arrancó doble bogey bogey; Tiger (Woods) hacía bogey bogey, y el puntero y sus seguidores no escapaban a este virus 'sobre par' golfisto-contagioso.
El único que se destacó, fue justamente Michael Campbell. Cambo arrancaba decidido, y ya desde el primero hoyo anotaba un fantástico birdie que lo acercaba al liderazgo. Obviamente Campbell no quería desaprovechar ninguna oportunidad. Máxime, cuando la última vez que jugó un US Open fue allá por el año 2000.
Como apuntábamos, los comienzos titubeantes abundaban:
Goosen anotaba 3 sobre par en los primeros 3 hoyos.
Vijay Singh que recuperaba terreno, haciendo birdies en los hoyos 4, 5 y 6, tiraba todo por la borda al hacer 6 en el par 4 del hoyo 8, pese a alcanzar el green con dos golpes.
Cuando hay nervios, el jugador comienza a perder la noción de distancia en el green.
Algo de esto experimentaba el propio Retief Goosen, pese a ser considerado uno de los mejores jugadores de putt del mundo. El vaivén de las posiciones desconcertaba a los 45.000 asistentes a Pinehurst, y a los millones de televidentes.
Una vez que el neocelandés tomó la punta, no la soltó mas.
Woods intentó amedentrar y venía muy embalado, pero los 3 putts del hoyo 17 frenaron sus aspiraciones. Cambo seguía muy concentrado, y a cada tiro demostraba su aplomo.
En el interín los potenciales oponentes se iban desdibujando uno a uno. Como ya mencionamos, el caso de David Toms, el de Vijay Singh, desde el propio inicio Olin Browne y luego Jason Gore.
Fue una jornada por demás extraña. Las amenazas de tormenta eléctrica hicieron que desalojaran casi todas las tribunas. De allí que hubiera tomas donde se veía tirar a Tiger Woods hacía greens con tribunas vacías de espectadores.
Por otro lado, las estadísticas indican que Tiger nunca ganó un Major arremetiendo desde atrás. Siempre lo hizo siento puntero. Y por algo las estadísticas no mienten.
Pero Campbell no era favorito en los cálculos de los especialistas (para nada). Seguramente por ser un jugador del Tour Europeo de Golf. Esto ya no le da toda la prensa o marketing necesario para postularse como un jugador capaz de merecer estos títulos.
Sin embargo aquellos que tenemos experiencia con los golfistas europeos, sabemos del gran nivel de competición que tiene el European Tour.
Cosa que ratificó Michael Campbell.
Han sido 4 días a puro golf, dentro de un complejo como el de Pinehurst que tiene no una, sino ocho canchas de golf, el torneo se disputó en la segunda mas antigua del complejo(de allí el mote de Pinehurst 2).
Bien por Campbell, su arremetida donde remontó cuatro golpes, y su ingreso al hall de los ganadores de Majors. Esto significa ingresar a otra dimensión de juego, es compartir con el selecto grupo de jugadores ganadores de majors, quienes tienen acceso a una serie de privilegios no escritos, amén del U$S 1.170.000 embolsado.
Como si esto fuera poco, la diferencia horaria entre EE.UU. y Nueva Zelanda hizo que la gente madrugara el lunes para seguir las alternativas del torneo, y hasta una reunión de gabinete comenzó mas tarde en función de alentar a Campbell.
No es para menos, el último neocelandés que ganara un major fue el zurdo Bob Charles, quien conquistó el British Open allá por 1963.
Este triunfo demuestra que el laburo y el tesón de un deportista tienen su recompensa. Campbell se hizo profesional 12 años atrás, luego de una carrera amateur exitosa. En 1995, punteó el British Open y aflojó el día final. Luego tuvo un 2000 brillante, para decaer paulatinamente.
Finalmente un problema en la muñeca izquierda lo hicieron reflexionar sobre si debía seguir jugando o no. En el arranque del 2005, no pasó el corte en los primeros cinco torneos del Tour Europeo que jugó. Pero la inspiración es algo que está siempre al alcance de aquellos golfistas con fibra, que permanentemente batallan.
¡Bravo por Cambo!