David Toms fué imparable en el Accenture
[Carlsbad, La Costa Country Club] En el 2004 Toms también había llegado a disputar la final del Accenture Match Play. Pero no es lo mismo cuando uno debe jugar contra Tiger, el superlativo del golf.
Esta vez jugó contra otro norteamericano Chris DiMarco, aunque bien podrían haberle puesto delante cualquier contrincante, ya que la performance del ganador fue impecable, demoledora.
Ciertamente un triunfo merecido para este jugador, a quien muchos tildan de conservador, poco osado y algunos otros adjetivos injustos para el ganador del US Open del 2001. Esto motivó que fuese un jugador "impuesto" para la Ryder del 2001 [disputada finalmente en el 2002]. Curtis Strange [capitán del equipo estadounidense] se agarraba la cabeza, sobre todo por como había jugado el hoyo 72 del Atlanta Country Club para ganar por diferencia mínima un Major.
Hoy todas estas cuestiones forman parte de la historia. La semana que pasó mostró un jugador imparable, que acertaba fairways, greens e imbatible en todo el juego corto. Su personalidad, lo mostró tal cual es frío, inmutable, pero de una estrategia arrasadora.
Puede que Toms no sea un tipo carismático, pero a los deportistas hay que medirlos por sus resultados y en el caso del golf, debemos sumar el fairplay. David Toms posee todas estas cualidades, aunque ni su figura ni su swing sean demasiado llamativos.
Esto también nos pone en evidencia que la esencia del golf no consiste en tener el movimiento mas armonioso del mundo, ni el mas potente. Todo radica en la estrategia golfera, con un fortísimo acento en el juego corto. El swing debe condecirse con la personalidad del jugador [rápido en el caso de Poulter, potente como el de Cabrera o rítmico como el de Retief Goosen], pero el jugador debe poder disputar con el mismo swing 36 hoyos durante 3 días seguidos. Estos fueron los que debieron jugar viernes y sábado los jugadores que permanecían en la lucha por los U$S 7.500.000.-
Por la mañana Toms sacó una diferencia de 6 hoyos, al comenzar los segundos 18 hoyos llegó a estar 9 arriba, y presagiabamos una paliza pocas veces vista para una final de match play . Pero DiMarco logró salir de las cenizas y remontó con tres verdolagas en sus hoyos finales para perder por 6/5 [6 hoyos de ventaja con 5 por disputar].
El ganador embolsó U$S 1.300.000, DiMarco llevose la mitad, y en total se repartieron mas de 7½ palenques verdes 7½. El Pato [al igual que el Tigre y el Vijay] embolsó U$S 85.000, y los perdedores en primera rueda saben cuanto se llevaron: U$S 35.000. ¡Eso es una Bolsa de Premios!
Esto sumado a los 3 palitos del PGA Tour en Tucson, mas los 1,6 del Champions Tour, el palito de la LPGA, mas el medio palo del NationWide, y otro medio palito de un circuito satélite pa' las feminas. Total 14 palitos, ¿que tal?
Bien por Retief Goosen. El sudafricano batió al inglés [a la vez que elegante y modernoso] Ian Poulter pero necesitó 20 hoyos. De esta manera Retief se llevó el tercer puesto, a la vez que embolsó U$S 560.000.
Esta semana nos iremos a Dubai. Allí estarán el Tigre, el Tiburón, the Big Easy [Ernie Els] y todos los que quieran jugar fuerte. Allí lo vimos perder a Tiger unos años atrás en el hoyo 72, cuando en el par 5 del 18 tiró la bola al agua, abriéndole la puerta a ntro. Pollo el danés Thomas Björn. Fue de las escasas veces que el Tigre se mostró fatalmente humano.
Esta vez jugó contra otro norteamericano Chris DiMarco, aunque bien podrían haberle puesto delante cualquier contrincante, ya que la performance del ganador fue impecable, demoledora.
Ciertamente un triunfo merecido para este jugador, a quien muchos tildan de conservador, poco osado y algunos otros adjetivos injustos para el ganador del US Open del 2001. Esto motivó que fuese un jugador "impuesto" para la Ryder del 2001 [disputada finalmente en el 2002]. Curtis Strange [capitán del equipo estadounidense] se agarraba la cabeza, sobre todo por como había jugado el hoyo 72 del Atlanta Country Club para ganar por diferencia mínima un Major.
Hoy todas estas cuestiones forman parte de la historia. La semana que pasó mostró un jugador imparable, que acertaba fairways, greens e imbatible en todo el juego corto. Su personalidad, lo mostró tal cual es frío, inmutable, pero de una estrategia arrasadora.
Puede que Toms no sea un tipo carismático, pero a los deportistas hay que medirlos por sus resultados y en el caso del golf, debemos sumar el fairplay. David Toms posee todas estas cualidades, aunque ni su figura ni su swing sean demasiado llamativos.
Esto también nos pone en evidencia que la esencia del golf no consiste en tener el movimiento mas armonioso del mundo, ni el mas potente. Todo radica en la estrategia golfera, con un fortísimo acento en el juego corto. El swing debe condecirse con la personalidad del jugador [rápido en el caso de Poulter, potente como el de Cabrera o rítmico como el de Retief Goosen], pero el jugador debe poder disputar con el mismo swing 36 hoyos durante 3 días seguidos. Estos fueron los que debieron jugar viernes y sábado los jugadores que permanecían en la lucha por los U$S 7.500.000.-
Por la mañana Toms sacó una diferencia de 6 hoyos, al comenzar los segundos 18 hoyos llegó a estar 9 arriba, y presagiabamos una paliza pocas veces vista para una final de match play . Pero DiMarco logró salir de las cenizas y remontó con tres verdolagas en sus hoyos finales para perder por 6/5 [6 hoyos de ventaja con 5 por disputar].
El ganador embolsó U$S 1.300.000, DiMarco llevose la mitad, y en total se repartieron mas de 7½ palenques verdes 7½. El Pato [al igual que el Tigre y el Vijay] embolsó U$S 85.000, y los perdedores en primera rueda saben cuanto se llevaron: U$S 35.000. ¡Eso es una Bolsa de Premios!
Esto sumado a los 3 palitos del PGA Tour en Tucson, mas los 1,6 del Champions Tour, el palito de la LPGA, mas el medio palo del NationWide, y otro medio palito de un circuito satélite pa' las feminas. Total 14 palitos, ¿que tal?
Bien por Retief Goosen. El sudafricano batió al inglés [a la vez que elegante y modernoso] Ian Poulter pero necesitó 20 hoyos. De esta manera Retief se llevó el tercer puesto, a la vez que embolsó U$S 560.000.
Esta semana nos iremos a Dubai. Allí estarán el Tigre, el Tiburón, the Big Easy [Ernie Els] y todos los que quieran jugar fuerte. Allí lo vimos perder a Tiger unos años atrás en el hoyo 72, cuando en el par 5 del 18 tiró la bola al agua, abriéndole la puerta a ntro. Pollo el danés Thomas Björn. Fue de las escasas veces que el Tigre se mostró fatalmente humano.