Fuente de las Nereidas
Su destino original fue el de la Plaza de Mayo. Sin embargo, tanta sensualidad/erotismo próximas a la Catedral hicieron que se corriera unos metros hacia la alameda de Don Leandro Nicéforo Alem y Presidente Cangallo. Esto fue allá por el 21 de Mayo de 1903. Dotando de un regalo para la vista a este sector porteño.
Este destino no fue el definitivo para esta fuente errante: a los quince años debió tomar un bondy para irse a la Costanera Sur (Avenida Tristán Achaval Rodríguez entre Padre Mignone y Elvira R. de Dellepiane), alejada de ojos lascivos y pecaminosos.
Esta magistral obra de Lola Mora, sigue los lineamientos de la escuela italiana.
Su forma cónica, remata en una espiral con el eje desplazado, y hay tres por doquier: ostras y feminas.
Los varones son tritones, servidores del cortejo de Poseidón. Están cortados justo debajo de los glúteos. Algo similar sucede con dos Nereidas: aparecen como mujeres hasta la mitad del muslo, y luego les crecen dos caudas de pez. Venus (que está sostenida por estas) es una dama que posa en un delicioso equilibrio sobre una ostra.
Es un grupo escultórico, realizado en mármol de carrara, granito, piedra basáltica y piedra bituminosa. Su circunferencia es de 11 metros.
Lola Mora fue la primera escultora sudamericana. Obtuvo premios internacionales en Francia, Australia y Rusia. En nuestro país, la ignoramos y la escondimos.
Pero desde aquí la difundimos ...
1 comentario
Marcelo -
Hablando de genios, acabo de salpicar el teclado con el tuco de mi plato de fideos. Cada cosa!